El alcalde anunció el martes que las tarifas del transporte urbano se congelarían el año que viene. La congelación viene forzada por el BNG, con el apoyo del PP, que juntos tienen mayoría en el pleno del ayuntamiento.
No se sabe cómo se hará esta congelación, pero de aquí pueden salir varias hipótesis:
- La "congelación" es que el billete sólo subirá el IPC, cosa habitual en Abel Caballero, que en caso contrario diría que es una "rebaja del billete" como en 2011.
- En cualquier caso no se aplicaría la fórmula polinómica de subida del billete, lo cual supondría que
- La concesionaria se hace cargo de la subida. Para mí, la opción más deseable, y puede que para la concesionaria también, dado que puede recuperar si no todo, parte del dinero perdido con los pasajeros que atraería la congelación.
- El ayuntamiento se hace cargo enteramente de la subida al igual que sucedió en 2011. Personalmente, pienso que si se va a hacer esto, lo mejor es que el billete suba directamente, dado que sería lo más justo; que el servicio lo paguen quienes lo usan y que no lo paguen quienes no lo usan. Subvencionar las subidas del billete, además de inmoral, es pan para hoy y hambre para mañana.
- Una mezcla entre las dos, con un porcentaje asumido por la concesionaria y otro por el contribuyente.
Es bastante curiosa la unanimidad de la cámara en cuestiones de este tipo, sin alternativa ninguna, dada la dificultad propagandística de defender la postura contraria, aunque sea la correcta. Es lo que pasa cuando la demagogia sustituye al debate, y prueba de ello son las quejas que cada Navidad nos recompensan determinados individuos por la subida del billete y que eliminan por completo el debate racional sobre si debe subir o no, y cuánto.
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