Como también pasarán a la historia las típicas escenas:
- Coche mal aparcado impidiendo el giro del autobús para Doctor González Sierra o para Alfonso X El Sabio, y el dueño no aparece. Resultado: Autobús o autobuses retenidos un largo rato esperando a que se lo lleve la policía y desvío preventivo de los vehículos que se acerquen por Castelao para coger el túnel con los consiguientes retrasos y cabreos de los usuarios.
- El paso del autobús oruga era un espectáculo digno de ser visto. El vehículo tenía que subirse a la acera para maniobrar, y mover las vallas que prohiben el estacionamiento, si es que no da contra los árboles de la calle.
- El destrozo en el pavimento de la calle: Multitud de baldosas rotas debido a que el suelo no se ha diseñado para el paso continuo de vehículos de 12 toneladas en vacío.
Por cierto, se ha quitado este carril provisional y la parada de Gran Vía, 182 está nuevamente operativa.
Y ahora viene el segundo capítulo, que es el corte de Camelias entre Álvaro Cunqueiro y López Mora sentido descendente, desviando las líneas de Camelias por Pintor José Frau y López Mora.
Esto traducido significa que estas líneas en vez de hacer una sola parada: Camelias, 136, dan más vuelta y hacen dos, López Mora, 60 y 86.
La línea C1 bajará por Regueiro y Gran Vía, en este caso será al revés, se anularán dos paradas (Pintor Laxeiro, 6 y Camelias, 136) y se hará una en Gran Vía, 182.
¿Y los atascos? Pues ahora tiene toda la pinta de que irán a peor, así que la diversión y el caos están asegurados.
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