martes, 25 de febrero de 2014

Crónica del último viaje del 20



Ocho y veinte de la tarde: La noche cerrada de un sábado por la tarde de finales de febrero cae sobre la ciudad, y en una zona de la parroquia de Matamá, concretamente, frente al número 19 de la calle dedicada al arquitecto Manuel de Cominges sucederá algo especial. Tras 28 años de servicio, la línea 20 hará su último viaje.

Sin embargo, el autobús no llega a la hora acordada. El inicio del último viaje se tendría que atrasar a las ocho y veinticinco, cuando se ve por la calle Manuel Cominges las luces naranjas del letrero del vehículo número 131, el encargado de hacer este último servicio. Cuando llega a ese punto, son tres los pasajeros al que se sumaría el cuarto que se sube en esa parada. Y con esto el autobús sube la calle Manuel Cominges por última vez en ese día, dejando a una persona. Al llegar al bar del cruce de Abade Juan de Bastos, tuerce hacia la derecha, como es habitual y encara la calle Abade Juan de Bastos dirección Freixo. Mientras tanto la única visión son las luces naranjas de la carretera, que a mitad de camino desaparecen, siendo sustituidas por las luces del autobús.

Llegamos a la asociación vecinal de Freixo, donde comienza a verse de nuevo la luz, y llegamos al entrañable barrio del Freixo, lugar con excelentes vistas, hoy reducidas a luces naranjas y un mar de oscuridad. Los dos siguientes pasajeros se bajan ahí, el último, frente a la capilla de San Xoan do Freixo. Solo quedaba uno.

El autobús baja con ese único pasajero por la carretera del Zondal, apacible carretera donde la soledad es la única compañía. Al pasar esa carretera entramos directamente a Balsa, y de vuelta al centro de Matamá.

El paso por la calle Canteiros simboliza lo que es la parroquia de Matamá, casas antiguas y viejas puertas cerradas a cal y canto donde antes había tiendas y ahora no se sabe muy bien qué es lo que encierran, símbolo de la decadencia de esta parroquia, que año tras año pierde población. Aquí las luces pasan a ser blancas, debido a los LED que está poniendo el ayuntamiento en algunas zonas, entre ellas, esta. Y en la zona del auditorio se sube el segundo pasajero de este viaje. Bajamos la costa da Cavada y dejamos atrás Matamá y el autobús enfila la Avenida de Castrelos dirección al centro.

Hubo partido en Balaídos, pero el caos se acabó y vuelve a haber el tráfico normal de un sábado por la tarde, es decir, que hay coches pero sin pasarse. Y así se enfila la Avenida de Castrelos, la sesentera Avenida del Alcalde Portanet y la setentera Avenida del Fragoso.

Sin embargo, varios coches esperaban impacientes en el semáforo final de la Avenida de Fragoso, cuyo tiempo es tan ajustado que solo deja pasar a cuatro o cinco coches cada vez. El autobús no puede pasar la primera vez, pasa a la segunda.

Y yendo hacia la calle Coruña, una furgoneta intenta pasar por la izquierda del autobús por el único carril que hay, frenando los dos vehículos y quedando a escasa distancia. El conductor del autobús muestra su enfado con el claxon y todo vuelve a la normalidad.

Los dos pasajeros se bajan en la parada final, en la Plaza de Eugenio Fadrique, en orden inverso al de entrada, por lo cual, el pasajero que se subió en la calle Manuel Cominges se convierte en el último viajero de la línea 20 tras sus 28 años de servicio.

El autobús tira hacia la calle Coruña para ir a la calle Urzáiz, para hacer el último viaje del sábado del 21, línea que el domingo dice adiós también a sus 28 años de servicio, pero hoy era el turno del 20.

Huelga decir que el último pasajero de la línea 20 es quien escribe estas líneas.


2 comentarios:

  1. Bonita historia, has conseguido bastante bien el ponerme en tu lugar. Las zonas rurales de Matamá, Freixo, Valladares, San Andrés... Son mis favoritas de la ciudad, me transmiten algo especial aunque no me preguntes por qué. Si tuviera la oportunidad viviría por ahi sin dudarlo. O en San Pedro de Sárdoma que tambien me gusta.
    En cuanto al 20 es una pena, no tuve oportunidad de usar mucho esa línea pero me gustaba el recorrido. Por suerte podremos hacer casi el mismo trayecto en el 17 no?

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    1. Si, se puede hacer prácticamente el mismo trayecto, lo único es que no baja a Plaza de Eugenio Fadrique, pero sigue por Camelias con el recorrido de la línea 17. Me alegro que te haya gustado :)

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