Nos encontramos de noche, una noche agradable de un domingo viniendo de un sábado. El centro de Vigo se llena a estas horas de jóvenes que buscan en el alcohol y en las drogas la diversión que no encuentran en su vida normal. Dos jóvenes que vienen colocados esperan al N1 para ir a su casa, en la Avenida de Castelao.
El N1 tarda lo suyo, y llega a las 2:45, es decir, con 8 minutos de retraso, pero les da igual porque como sus padres son muy progres y no exigen hora de vuelta pues como que no pasa nada por llegar tarde.
Y ahí que suben, en un viaje psicodélico a todo gas por Pi y Margall, Tomás Alonso, Avenida Atlántida, Samil, Avenida Europa y Castelao.
Se bajan en la nueva parada situada en la parada del número 65 de la Avenida de Castelao, y mientras bajan la calle Tui para dirigirse a su casa a uno de ellos se le ocurre ver la hora en el móvil, y ve que son las 2:10.
Y uno de ellos dice ¡Pero qué fuerte, con esta cosa retrocedemos en el tiempo, si lo supiera nos quedábamos toda la vida en vinos de fiesta!
......
Pues si, han retrocedido en el tiempo, pero no por la droga que han tomado, es debido a que esta noche de domingo, 26 de octubre se ha procedido al cambio de hora de todos los años que hace que a las seis de la tarde sea de noche.
Y esto hace que a veces se retroceda en el tiempo y los conductores de los nocturnos hagan una hora extra que les será devuelta el último domingo de marzo. Y esto hace que historias como las que he contado puedan ser vividas y los españoles podemos tener la sensación de retroceder en el tiempo.
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