Todos somos París...o casi todos

(imagen de La Voz de Galicia)

Debido al acto de guerra que sacudió París el pasado viernes a la noche, los autobuses de Vitrasa y los paneles informativos lucieron los cartelitos de "Todos somos París". Aunque algunos autobuses no llevaban los carteles, seguramente por olvido o porque al conductor no le dio la gana ponerlo.

Lo cierto es que en estos días los ungidos han salido a la palestra demostrando su superioridad moral que no se sabe de dónde viene e intentando hacer ver que todos nos preocupamos por París y no por el resto de conflictos en el mundo. Y voy a decir algo políticamente incorrecto, pero cierto al cien por cien. La empatía es concéntrica. Nos importa muchísimo más la muerte de un ser querido que la muerte de cien mil personas en Indonesia. Y cuánto más proximidad hay hacia las víctimas más nos importa.

Que nadie se olvide que en España esto puede suceder, y si no ha sucedido hasta ahora es gracias a la eficacia de la policía, que detiene a los terroristas antes de que lleguen a provocar una masacre. Pero la policía española más pronto que tarde va a fallar y ese día lo lamentaremos, ese día todos seremos Madrid, Barcelona, Valencia, Bilbao o incluso Vigo. ¿Quién nos dice que los islamistas no van a montar una especie de 11-M en los autobuses de Vitrasa en hora punta, aprovechándose de que aquí nunca pasa nada? Pues eso, y espero no ser agorero.

Lo cierto es que el Estado Islámico es una amenaza real, y que nadie piense que esto se va a solucionar con palabritas. ¿Alguien se imagina curar a un asesino a sangre fría convenciéndole de que matar está mal? O lo mismo con un violador en serie. Con esta gente, que caiga todo el peso de la ley y espero que esta amenaza caiga cuanto antes.